La pizarra de Yuri: El secreto bajo la Montaña Mala.

jueves, 11 de marzo de 2010

El secreto bajo la Montaña Mala.

Hay rumores insistentes sobre un enorme complejo subterráneo bajo el monte Yamantau, en Rusia.



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Todo lo que lo rodea es secreto, pero ha circulado alguna información –más bien, rumores– a lo largo de los últimos 15 años. En un lugar remoto de los Montes Urales, dentro de un área prohibida, se encuentra un macizo de nombre inquietante: Yamantau, que en el idioma bashkir local significa Montaña Mala. Y dicen que entre 1996 y 2007 Rusia ha construido bajo él un inmenso complejo subterráneo, a mil metros de profundidad bajo la roca de cuarzo. No se ha hecho público para qué sirve. No se sabe lo que es. Pero es muy grande.

Se rumorea que existen varios lugares así en los Montes Urales, la principal cordillera de Rusia, considerada como inexpugnable bastión contra toda clase de enemigos e invasores. El más notorio de todos ellos es la montaña Kosvinsky, seiscientos kilómetros al norte, generalmente considerado el monte Cheyenne ruso: un centro de mando alternativo para las fuerzas de misiles atómicos, en estado desconocido de operación. Montañeros y excursionistas han observado grandes entradas selladas tan al norte como Kharp: invariablemente, las autoridades locales afirman que se trata de antiguas minas, cuando se molestan en explicar algo. Oficialmente, en Kosvinsky sólo hay una mina de oro y platino –lo que justificaría las medidas de seguridad–, aunque no se conozcan yacimientos notables ni de oro ni de platino en el área.

Oficialmente, en Mezhgorye también hay únicamente una mina vinculada a la industria siderometalúrgica de la región, gestionada por una empresa que ha cambiado de nombre varias veces pero ha permanecido invariablemente dirigida por un general en activo (entre ellos, un tal Leonid Akimovich Tsirkunov). Un antiguo funcionario comunista regional, en cambio, afirmó que se trata de un refugio de última línea para la dirigencia rusa en caso de guerra total; esta es la opinión más extendida en Occidente. Otras voces aseguran que se trataría de un almacén de reserva de armas atómicas: está cerca (lo que en Rusia llaman cerca) del enorme conglomerado de ciudades cerradas para la construcción de armamento especial en torno a Chelyabinsk, equidistante a tres polígonos de lanzamiento de misiles termonucleares (Nizhny Tagil, Yoshkar-Olá y Dombarovsky, este último con capacidad espacial).

Uniendo estas dos últimas ideas, algunos han concluido que la instalación subterránea del Yamantau podría formar parte de una especie de santuario nacional o nido del águila, al amparo del Distrito Militar del Volga-Urales, donde retirarse para dar la defensa final y luchar la última de todas las guerras (o negociar una paz conveniente) en caso de conflicto total. Este santuario de límites difusos se correspondería con un área montañosa secretista del tamaño de España, fácil de defender, provista con numerosos centros industriales, científicos y tecnológicos, cubierta por tres divisiones mecanizadas y varias brigadas spetsnaz, equipada con grandes aeropuertos donde replegar importantes fuerzas aéreas, albergando los tres polígonos de fuerzas nucleares mencionados con misiles SS-25 Tópol, SS-27 Tópol-M y SS-18 Satán (y probablemente los nuevos RS-24 Yars, en un futuro próximo).

Con estas especulaciones sobre la mesa, no es tampoco extraño que la instalación se haya vinculado también al mítico Perimetr, el sistema de mano del hombre muerto que pondría automáticamente en marcha la represalia termonuclear contra sus blancos predeterminados en caso de que la estructura de mando político o militar quedara desarticulada.

Otras fuentes han planteado otras hipótesis, no necesariamente incompatibles con lo anterior; según estas, el complejo subterráneo del monte Yamantau podría ser también un depósito para los archivos y tesoros nacionales más secretos y esenciales de Rusia, heredados de la URSS y del Imperio Zarista. El general Tsirkunov, después diputado en la Asamblea de Bashkiria, aseguró con mucho desparpajo que tan solo se trata de un almacén de comida y ropa para caso de emergencia. Por otra parte, quienes afirman que es un gran centro de mando, control e inteligencia se encuentran con el problema de que el macizo de cuarzo dificulta las comunicaciones, y no hay antenas exteriores visibles; o han tirado fibra óptica por los montes, o el centro de mando no está ahí.

El complejo secreto del Monte Yamantau.

La localidad cerrada de Mezhgorye fue fundada en 1979 bajo el nombre Ufá-105, evidenciando que ya la Unión Soviética tenía alguna intención de hacer algo por esos riscos inaccesibles. Esto de las ciudades cerradas que llevan el nombre de una (distante) población mayor con un sufijo numérico fue una idea soviética, surgida durante la Segunda Guerra Mundial y aplicada masivamente con el desarrollo de los programas nucleares, espaciales y similares. La mayor parte de ellas eran naukogrados, esto es, poblaciones científicas e industriales llenas de personal especializado, casi siempre con la mejor calidad de vida que la URSS podía ofrecer (y en algunas de ellas, no era poca, incluso con rasgos de lujo asiático). Muchas eran de nueva creación, frecuentemente a partir de aldeas o pueblecitos anteriormente irrelevantes en la inmensidad rusa.

Eufemísticamente, se las llamaba apartados de correos, porque esta era la única forma de ponerse en contacto con sus habitantes a menos que fueras un familiar cercano: escribirles una carta a su nombre (real o simulado), seguida de un apartado de correos en alguna localidad de importancia relativamente cercana. Así, para entrar en contacto con un tal Vladimir Popov que residiera en la ciudad cerrada del centro de investigaciones nucleares de Sarov, mandarías tu carta a Vladimir Popov, apartado 16, Arzamas (lo que en la costumbre postal rusa se puede escribir como Arzamas-16); Arzamas es una ciudad comercial y cultural corriente situada a 60 km de distancia. Si llamabas por teléfono, el código telefónico local sería el de Arzamas (y probablemente alguien más escucharía vuestra conversación). Y así con todo.

Ufá-105 ("apartado de correos 105, Ufá"), por tanto, tenía poco que ver con la verdadera ciudad industrial de Ufá. De hecho, está a casi 200 km de distancia. Se estableció como una pequeña comunidad minera, aparentemente compuesta por geólogos e ingenieros de minas. Pronto, el gobierno descubrió que era de lo más conveniente tender una línea del ferrocarril a esos poblachos montañeses y, ya puestos, una estupenda carretera, ¿por qué no? Total, iban de camino 20.000 o 30.000 mineros para extraer... no se sabe qué. Poco después le cambiaron el nombre, aumentando así la confusión: pasó a llamarse Beloretsk-16; la auténtica Beloretsk se halla a unos 30 o 40 km. Tras el colapso de la Unión Soviética, aparecieron otras dos pequeñas localidades mineras en el área, llamadas Beloretsk-15 y Alkino-2.

En 1995, estas tres localidades fueron unificadas en una sola población cerrada, a la que llamaron Mezhgorye. Por esas mismas fechas, el monte Yamantau al completo fue declarado también area cerrada (aparecen como entidades distintas en el registro de zonas cerradas de la Federación Rusa, a pesar de estar juntas). Se cree que las obras comenzaron en 1997 y finalizaron en 2007; al parecer, a partir de esa fecha ha habido algunos conflictos laborales en los tribunales locales debido a que una parte significativa de los mineros han sido despedidos (en tiempos de la URSS habrían sido reasignados a otros proyectos del estado, repartidos por zonas distantes, o les habrían conseguido trabajo en una industria o en el ferrocarril; se ve que la nueva Rusia no puede permitirse eso).

Las características del complejo subterráneo están sujetas a especulación. Diversas fuentes lo han descrito como un termitero dentro de la montaña, a más o menos un kilómetro de profundidad (esto es, a unos 600 metros sobre el nivel del mar; el Yamantau tiene 1.610 metros hasta la cima), lejos de donde puede llegar cualquier cabeza de penetración en el subsuelo. Fuentes occidentales lo describen con el tamaño de la ciudad de Washington hasta la Beltway, no se sabe con cuántos niveles, lo que vendría siendo una monstruosidad y puede que una exageración. Alguna de ellas, vinculada a los servicios secretos norteamericanos y británicos, ha llegado a sugerir que si estuviera compuesta de habitáculos, tendría capacidad para unas 60.000 personas.


 
Esta podría ser una foto (y tengo mis más que serias dudas) de una perforación para la "mina" del monte Yamantau. El resto de imágenes disponibles atribuidas al lugar, aunque más espectaculares, no se corresponden con el mismo en absoluto; y algunas son de lugares tan distantes como Corea del Sur.


Área restringida.

No es posible saber en la actualidad si tales suposiciones tienen visos de verosimilitud. Lo único cierto es que está completamente prohibido penetrar en el área, y los montañeros locales que se han aventurado bajo el paraguas de alguna federación deportiva, dicen que es muy peligroso acercarse a la montaña: cuando lo intentas, pronto descubres que hay soldados controlando tus movimientos desde los bosques circundantes. Si te aproximas un poco más, te piden la documentación y te preguntan qué pintas tú por allí. Que se sepa, nadie ha desafiado hasta el momento esta clara disuasión. A los excursionistas locales se les permite llegar hasta una cima cercana (el Mashaki o Pequeño Yamantau) por senderos autorizados. Afirman, quizá con alguna ironía, que "es más bonita". Según cuentan, en la cumbre del Yamantau propiamente dicho sigue habiendo un busto de Lenin (es el pico más alto de los Urales Meridionales).

La zona está totalmente clausurada a extranjeros e incluso a ciudadanos rusos sin alguna razón clara que justifique su presencia. Para acceder a la población cerrada, hay que obtener una invitación previa de alguna entidad autorizada y luego presentar una solicitud motivada ante el FSB (ex KGB) local vinculado a una cierta "unidad militar 55041" (o ante la Embajada Rusa en tu país). Las autoridades rusas se reservan el derecho de rechazar estas solicitudes sin dar ninguna explicación, o limitarlas a una fecha o recorrido determinados. El espacio aéreo está restringido por completo y es conocido que hay sistemas antiaéreos S-300 en el distrito, así como interceptores MiG-31 en Perm, a menos de quince minutos de vuelo (para ellos...); no se sabe de nadie que haya intentado desafiar esta prohibición.

La legislación rusa prevé severas penas de prisión en algún lugar muy frío para personas –nacionales o extranjeros– capturados en violación de un área cerrada, suponiendo que no ocurra algún accidente durante el arresto. La gente de allí, según dicen, prefiere no tentar la suerte fuera de los caminos autorizados. De todas formas, nadie sabe dónde está exactamente el complejo subterráneo o sus accesos.

Tampoco se sabe cuál es el estado del complejo: si está terminado, si está ocupado, si está mantenido. Uno de estos excursionistas dice haber encontrado a bastante altitud una gran cantidad de maquinaria minera gastada y abandonada a principios de 2008 ("un campo de hierro", en sus propias palabras). Sigue siendo bastante habitual en Rusia abandonar maquinaria pesada deteriorada por un uso intensivo, que no justifique los costes de sacarla de donde esté y trasladarla a algún otro lugar para su destrucción. Los chatarreros suelen beneficiarse de esta costumbre, pero un particular no puede meter allí vehículos sin permiso para recuperarla. Sin embargo, es posible que los propios soldados hayan obtenido algún beneficio vendiéndosela a alguien, lo que también es una práctica corriente.

En apariencia, la construcción de este complejo subterráneo era muy importante para las autoridades rusas. Se propuso en tiempos de la URSS. Se puso en marcha durante los años horribles de Yeltsin, con el país (incluyendo a muchos oficiales militares) pasando hambre y frío, mientras grandes partes del ejército convencional se degradaban hasta la chatarra por falta de mantenimiento. Se continuó a pesar de que Yeltsin era un amigo de Occidente, poco dispuesto a dar pábulo a esta clase de desconfianzas. Y se prosiguió y terminó con Vladimir Putin, lo cual era más lógico: Putin es, en buena medida, un silovik que no da gran importancia a los miedos que pueda despertar en el exterior (y, de hecho, sabe utilizarlos francamente bien).

En todo caso, después de los grandes enigmas que caracterizaron a la URSS durante toda la Guerra Fría, quizás estemos ante el primer gran misterio postsoviético: la instalación subterránea secreta de la montaña Mala, según los antiguos bashkires. Allí abajo (o arriba, según se mire) los rusos han cavado un agujero muy grande, y aunque oficialmente sigue siendo sólo una mina, nadie sabe lo que es. Al menos, nadie que esté dispuesto a publicarlo.

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5 comentarios:

  1. Muy interesante. Las movidas ultrasecretas siempre me han atraido. De hecho, recuerdo que hace unos años, un profesor del instituto comentó en clase que el, digamos "NORAD de España" estaba en un búnquer bajo la Cibeles. Vacile a los alumnos? Algún viso de realidad?

    Ves a saber, pero estaría interesante algún artículo desarrollando el tema de Perimetr, me quedé con ganas de saber más después del relato sobre el fin del mundo. ;)

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  2. Siguiendo los mismos criterios el bunker Español estaría en Mora de Rubielos, provincia de Teruel.
    Es un pequeño núcleo de población a unos 30 km de la auténtica Mora de Rubielos al que le han puesto una estación de tren.

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  3. Muy interesante, me encantan los temas relacionados con la tecnología e instalaciones militares, mas aun si se trata de las fuerzas armadas de Rusia, un pais enorme que debe de esconder muchos secretos... ^^

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  4. Algunos de los complejos subterraneos que se mencionan requerirían para su construcción una logística monstruosa. Sobre todo teniendo en cuenta que tendría que ser hecho con cierta discreción, supongo. El aporte de materiales, movimientos de tierras... uff, y todo en la última década. Cantaría bastante el tema XD

    Aunque en la jodida inmensidad de Rusia, siendo área restringida, y con el parapeto de la actividad minera, todo es posible.

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  5. Me encanta que "pongas a menos de quince minutos de vuelo (para ellos...)" refiriendote a los mig-31 ya que su velocidad de crucero es mach 2.35

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