domingo, 27 de junio de 2010

El montañista extraterrestre.

El Monte Olimpo de Marte preside sobre una serie de monstruos geológicos
que dejan chiquitos a los mayores macizos terrestres.


Resulta bastante sabido que el Monte Olimpo de Marte, con sus 27 kilómetros de altura y 550 de diámetro, constituye la mayor prominencia de nuestro sistema solar. Sin embargo, no es la única, ni mucho menos. Varios planetas y satélites rocosos presentan grandes elevaciones que desconcertarían al montañista más osado; en comparación, la cordillera del Himalaya son poco más que colinas escarpadas. Estos que te voy a contar serían los mayores desafíos para un escalador aspirante a coronar los más-de-diezmiles existentes. Al menos, en diez años-luz a la redonda.

El monte Olimpo de Marte.

El monte Olimpo original, claro, se encuentra en Grecia; es el monte más alto del país y, según la mitología helénica clásica, el hogar de los dioses. Su pico más alto –el Mytikas o trono de Zeus– tiene 2.919 metros de altura sobre el nivel del mar y una prominencia de 2.355 metros.

Su tocayo marciano, en cambio, se eleva unos asombrosos 27 kilómetros sobre el nivel medio de superficie, con una prominencia de 21.171 metros: nueve veces más. Casi tres veces más alto que el Everest, el pico más alto de la Tierra. Constituye así la montaña más grande de todas las conocidas, en cualquier lugar.

Se trata de un volcán, lo que lo transforma también en el volcán más alto. Específicamente, se trata de un volcán en escudo, no muy distinto del Mauna Loa situado en las islas Hawaii. Sin embargo, a diferencia de éste, parece estar apagado como el resto de los marcianos. Esto resulta bastante curioso, porque es de formación muy reciente: la edad de los campos de lava parece oscilar entre 115 y apenas dos millones de años. En esos tiempos ya había aquí gente caminando sobre dos patas y rompiendo piedras con alguna intención. Dado que no existe ninguna razón obvia para que el vulcanismo marciano se haya interrumpido abruptamente en los últimos tiempos, igual el día menos pensado nos llevamos una sorpresa.

El motivo de que un monte de semejante calibre pueda llegar a formarse es que Marte, a diferencia de la Tierra, ha perdido su tectónica de placas. En la Tierra, los continentes se van desplazando sobre las zonas volcánicamente activas, con lo que aparecen más volcanes pero nunca llega a acumularse tanto material en un solo punto. En Marte, en cambio, cada vez que el magma llega a la superficie lo hace en el mismo lugar; así la lava se va acumulando a lo largo de millones de años hasta formar gigantes como este o los otros que veremos más adelante.

Para nuestro astromontañero, los principales desafíos estarían en el escarpe exterior y en el área de la caldera central. El escarpe exterior es una gran circunferencia de grandes desniveles, que se cree formada por colapso bajo el propio peso del Olimpo. En esta región periférica no es raro encontrar paredes de 6.000 metros; le ayudaría a escalarlas el hecho de que la gravedad es sólo un tercio de la terrestre.

El resto del camino hasta la cumbre sería un tranquilo paseo con un desnivel medio de apenas 2,5º. Un paseo de doscientos cincuenta kilómetros, todo hay que decirlo, pero mayormente trekking.

Hay que reconocer que el paisaje no es gran cosa: una inmensa extensión de nada volcánica; y como la inclinación resulta ser tan pequeña, no hay muchas vistas panorámicas. A cambio, en una atmósfera tan tenue que se va enrareciendo más y más con la altura, podría regocijarse cada noche con un sobrecogedor cielo estrellado como nunca vieron ojos en la Tierra. Eso sí, a entre 10 y 0,3 milibares de presión conforme siguiera ascendiendo (casi como en el espacio exterior), con temperaturas inferiores a cien grados bajo cero y bajo una radiación cósmica intensa pero no más peligrosa que fumarse medio paquete de tabaco al día, suponiendo que no use ninguna clase de blindaje. En todo caso, la baja gravedad ayuda mucho a cargar con el traje espacial y el equipo de soporte vital (imaginando que nuestro montañista no use ninguna clase de vehículo, que eso es trampa).

Al llegar a la cima, nos encontraremos con una compleja caldera de 85 x 60 kilómetros, con una profundidad de tres kilómetros, formada por el colapso de la cámara magmática. Presenta seis cráteres de subsidiencia, y los dos más grandes tienen nombre: Karzok, de quince kilómetros de diámetro, y Pangboche, con diez. Probablemente el mejor lugar para plantar la bandera, hacerse la foto y todo eso sea el borde sudoeste de la caldera, con el barranco de tres kilómetros a nuestros pies. La verdad es que estos volcanes en escudo no son muy fotogénicos, pero qué le vamos a hacer.

Ahora que si anhelas la foto que envidiarán las gentes y las generaciones por los siglos de los siglos, y para ti una montaña de veintisiete kilómetros en el planeta Marte resulta poco desafío, tengo algo para ti. Algo especial. A ver si hay de lo que tiene que haber.

La Cordillera Ecuatorial de Jápeto.

Si te gustaría una foto como este fotochó de la izquierda en tu colección, entonces tu destino está en la Cordillera Ecuatorial de Jápeto, también conocido como Saturno VIII.  Porque se trata de una de las cincuenta y tres lunas con nombre de Saturno, a mil trescientos millones de kilómetros de la Tierra. Está compuesto fundamentalmente por hielo, con no más de un 20% de material rocoso.

Jápeto es bastante más pequeño que la Luna, y hay truco: su gravedad resulta cuarenta y cuatro veces menor que la terrestre. Eso significa que si aquí puedes llevar una mochila de veinticinco kilos, allí no tendrías problemas en cargar una tonelada de material. Y que si aquí eres capaz de saltar un metro, allí puedes saltar 44.

Lo vas a necesitar, porque el desafío no es pequeño. Jápeto tiene varias peculiaridades curiosas. Una de ellas es que presenta dos regiones con un albedo fuertemente diferenciado: una muy clara (dividida en Tierra Roncesvalles y Tierra Zaragoza) y otra muy oscura con tonalidad rojiza que lleva por nombre Cassini. Y a lo largo de todo Cassini hay una inmensa cordillera de mil trescientos kilómetros de longitud recorriendo su ecuador, con unas alturas entre diez y dieciséis kilómetros, incluyendo algunas elevaciones cercanas a los veinte mil metros. No se conoce la causa de esta gigantesca cordillera, que tiene el aspecto de un cinturón, aunque hay varias hipótesis. Por cierto que todos los accidentes geográficos de Jápeto llevan nombres extraídos de la Canción de Roldán, con lo que se llaman Sevilla, Berenguer, Córdoba y cosas por el estilo.

La cordillera es un sistema complejo compuesto por picos sueltos, largas serranías y una larga región con tres cadenas montañosas casi paralelas: Carcasonne, Toledo y Tortelosa. La presencia de múltiples cráteres revela que es muy antigua, aunque está restringida a la zona oscura: en la clara, sólo hay algunas elevaciones sueltas en el rango de los 10.000 metros.

En Jápeto hay otro desnivel muy notable, aunque este va hacia las profundidades: el inmenso cráter Turgis. Jápeto presenta numerosos impactos de meteoritos, pero ninguno tan grande: con 580 kilómetros de diámetro, ocupa casi el 40% de su superficie con una escarpadura de quince kilómetros hacia abajo. ¿Alguien se apunta a hacer un poquito de ráppel?

Jápeto resulta demasiado pequeño para tener atmósfera y su temperatura en superficie oscila entre 143 y 173 grados bajo cero. Al igual que la Luna con la Tierra, siempre enseña la misma cara a su planeta. Es la única gran luna de Saturno desde la que se pueden ver bien los anillos, pues las demás se hallan demasiado cerca para percibirlos con claridad.

La Cordillera Ecuatorial de Jápeto, fotografiada por la sonda Cassini en 2007 a 3.870 km de la superficie.
ESA - JPL/NASA

Los másdediezmiles de Tarsis, Marte.

Si lo tuyo va de coleccionar cumbres, volviendo a Marte tenemos otras tres francamente imponentes y más fotogénicas que el monumental pero planote Olimpo. Se encuentran al sudeste, en la región de Tarsis. Allí, en un promontorio de gran extensión, hallamos otros tres volcanes en escudo gigantescos: Ascraeus, Pavonis y Arsia.

Ascraeus, con 18 km de altitud, es a su vez otra de las cumbres más altas del sistema solar; está rodeado de numerosos canales producidos por los ríos de lava. Pero el Monte Arsia, cerca de Terra Arabia, es más interesante. Se eleva 16 km sobre la elevación media, tiene una prominencia de nueve (como el Everest más o menos) y presenta un montón de cosas curiosas. Por un lado se ha observado un fenómeno meteorológico de lo más raro, que forma todos los años –a principios del invierno marciano meridional– grandes nubes espirales de polvo sobre su cumbre. Por otro, es probable que posea glaciares, aunque esto se está investigando todavía. Y además se han contabilizado hasta siete posibles cuevas de gran tamaño en sus laderas (o al menos simas); esto no sólo haría las delicias de los espeleólogos, sino que abre varias posibilidades para la construcción de hábitats permanentes.

El tercer gran monte de Tarsis es el Monte Pavonis, similar a los anteriores pero con unos doce kilómetros de altura. Al norte de la esta región se encuentra otro inmenso volcán en escudo; apenas tiene seis kilómetros de altura, pero más de 1.600 de diámetro. Eso lo convierte en el más grande del sistema solar por área y puede que por volumen. Se llama el Monte Alba y su cráter, Alba Patera.

Se cree que la formación de estos conjuntos volcánicos se produjo en la época en que Marte aún tenía tectónica de placas, en la Era Noeica, mediante un mecanismo similar al de las cadenas creadas por los hotspots terrestres. El Monte Olimpo, en cambio, es mucho más moderno. Hay otros volcanes de importancia en la Planicie Elísea, situada cerca del ecuador marciano. En esta región podría haber también un gran mar de agua congelada bajo una capa de ceniza volcánica.

El macizo de Boösaule, Ío.

Si después de tanto mundo muerto y helado necesitamos un poco de acción, podemos irnos un rato a Ío. Ío es una luna de Júpiter atrapada entre el inmenso tirón gravitatorio de este planeta –el mayor del sistema solar– y grandes satélites como Calisto, Europa o Ganímedes (que es casi tan grande como media Tierra). Esto provoca fuertes fenómenos de marea: su corteza de roca sufre pleamares ocho veces mayores que las de los océanos terrestres. Mareas de roca de treinta metros.

Como consecuencia, Ío se agita y se sacude y resulta ser un astro volcánico de elevada actividad. Tenemos, por ejemplo, el gran volcán Tvashtar, que vemos en actividad en la animación de la derecha (si no se mueve, ábrela en pestaña o ventana nueva) gracias a la sonda New Horizons de la NASA. En esta imagen, sólo se ve la parte superior de la pluma: el origen está 130 kilómetros más abajo, al otro lado del satélite. Sí, eso es una pluma volcánica de nieve sulfúrica con unos 300 kilómetros de altitud.

Debido a toda esta actividad volcánica, en Ío se encuentra otro de estos macizos gigantescos: el monte Boösaule. Hay más, como Euboea, Egipto o Shakuro, pero Boösaule es fenomenal: con dieciocho kilómetros de altura –y hasta el último metro de escarpada prominencia, pues Ío es fundamentalmente una gran llanura– constituye el mayor realce del sistema solar (lo más parecido a una gran montaña sola en su majestuosidad; las de Marte son más suaves y lo de Jápeto es una cordillera).

Montes Boösaule y Egipto, Ío. Sonda New Horizons, NASA.
(Clic para ampliar)

Boösaule tiene tres picos, llamados por el momento Norte, Sur y Este. El más elevado de todos, el que alcanza dieciocho kilómetros, es Sur; pero Norte, tan alto como el Everest, presenta una interesante quebrada de varios kilómetros de longitud y profundidad. Este, por su parte, está formado por una meseta que tiene dos secciones morfológicas diferenciadas: una occidental más escarpada y una oriental más suave.
Monte Boösaule, Ío. Sonda Voyager-1, NASA.
Resolución: 900 metros por píxel.
(Clic para ampliar)

Ío es la cuarta luna más grande del sistema solar y orbita a unos 420.000 km de Júpiter, que a su vez se encuentra a aproximadamente seiscientos millones de kilómetros de la Tierra. Posee una tenue atmósfera sulfúrica, presenta auroras y su gravedad es una quinta parte de la terrestre.

El macizo de Maxwell, Venus.

El gigante montañoso más próximo a la Tierra tiene sólo once kilómetros de altura, pero aún así constituye la mayor elevación del lucero del alba. Se trata del monte Maxwell, situado en Terra Ishtar de Venus. Presenta una geografía bastante abrupta, que se cree formada por vulcanismo y compresión; su cumbre resulta –para nosotros– el lugar más accesible de todo el planeta después de su misma atmósfera: como es tan alta, la presión y la temperatura son bastante más bajas que en la superficie (unos 380ºC y 59 atmósferas, frente a los 462ºC y 90 atmósferas superficiales).

En este caso, nuestro montañista extraterrestre lo tendría incluso más difícil que en los anteriores a pesar de la cercanía. Las condiciones de Venus son infernales y su gravedad es muy parecida a la terrestre (el 90% de la que tenemos aquí), con lo que esos bonitos saltos de muchos metros arrastrando el equipo que serían posibles en otros lugares no se dan en este caso.

El monte Maxwell es uno de los tres accidentes geográficos venusianos a los que no se puso nombre de mujer; la denominación es en honor del físico matemático James C. Maxwell, cuyos trabajos teorizaron la existencia de las ondas de radio (y radar). Es gracias al radar que Venus se ha podido estudiar con profundidad, y también fue el radar lo que descubrió este gran macizo, por lo que el nombre resulta muy probablemente de lo más adecuado.

Para quienes piensan que todos los caminos están ya trillados, que todo está visto, siguen quedando extraordinarios desafíos por todas partes. Y esto es sólo en nuestro sistema solar: ¡quién sabe lo que encontraremos más allá! En todo caso, la aventura de la humanidad que nos sacó dos veces de las sabanas de África Central en busca de algo mejor no ha terminado, y ni siquiera tiene límites; es sólo que ahora las fronteras están mucho más lejos y es preciso mojarse más.

22 comentarios:

  1. Una entrada de lo más original; ¡pero si parece un minirelato de ciencia ficción más que un artículo de divulgación!

    Las imágenes son increíbles, sobre todo la primera, que es de la cosecha Yuri.

    Buenísimo....ah!, y gracias.

    ResponderEliminar
  2. Que grande eres Yuri, me encanta este blog.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. ¡Estupendo! Ahora que estaba empezando a planificar mis vacaciones... ¿Playa? ¿Montaña? ¿Ganimedes?
    De Venus paso, el nombre está muy bien, pero no me gusta sentirme presionado en vacaciones.

    Gracias, Yuri.

    Eladio.

    ResponderEliminar
  4. jejé, nada más ver el título de tu entrada pensé en japeto; y no me has decepcionado.

    una vez leí en una página loca de esas que la cordillera de japeto tenía un origen muy claro: las junturas de los dos hemisfero, ergo, japeto fue ensamblado artificialmente.

    yo creo que el origen, a la espera de fotos de alta resolución que mostrarían la textura que debería tener, es por acrección de algún tipo de anillo orbital ecuatorial que fue incorporando lentamente de alguno originariamente perteneciente a saturno.

    supongo además que un anillo en torno a japeto sería necesariamente inestable debido al gradiente de gravedad del propio saturno.

    ResponderEliminar
  5. por otra parte, a veces me imagino a habitantes de venus basados en silicio, con su extraña mitología por la cual el límite del universo es una nube esférica, planteándose la imposibilidad de vida a temperaturas tan bajas como 120ºC.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Claude Allègre, eminente geólogo francés y ex-ministro de la república calificaba despectivamente al famoso vulcanólogo Aroun Tazieff (algo así como el "Cousteau de los volcanes")de ridículo "escalador de volcanes".

    Aparentemente su crítica se refería a la poca ciencia que había detrás de sus documentales, en los cuales primaba la espectacularidad del aventurero arriesgado frente al valor científico de la expedición.

    -Como curiosidad: Tazieff murió junto a su pareja en una de las expediciones, si no me equivoco, al ser alcanzados por una de las erupciones a las que tanto gustaba de acercarse en persona.-

    Sin embargo, la capacidad que tiene un documental espectacular para despertar la curiosidad de la gente es todo menos despreciable, aunque sea inferior al valor intrínseco de la ciencia aplicada en su dimensión inicial de ciencia básica investigadora.

    El título de tu post me ha recordado a lo de "escalador de volcanes", por lo motivador y espectacular de su contenido, pero también, si acaso, por su relativamente escasa carga científica. Y es que, ¿qué preguntas intentamos responder que vayan más allá de cuáles son los "libros guinness de los récords" del sistema solar?

    Como geólogo que en su infancia de niño criado frente al televisor fue un día motivado por Tazieff no puedo sino aplaudir sin embargo tu artículo. Dicho lo cual, y ahora ya como científico adulto, no puedo abstraerme a la tentación de pedir más ciencia y menos espectáculo. Espero no ser demasiado exigente, cuando resulta que encima no me dirijo más que a un avatar (seguimos sin saber tu nombre real, "Yuri")...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  8. Dani, David:

    Un placer. :-)

    Eladio:

    Yo creo que en Ganímedes estarás fresquito, que estos calores no hay quien los aguante. :-D

    Voet:

    Jápeto entraba necesariamente. ;-) Y sí, esa que planteas es una de las hipótesis al respecto (la segunda, no la primera :-P ).

    Gonzalo:

    Ah, amigo... has puesto el dedo en la llaga. :-D

    A mi entender, no es función de la divulgación reemplazar a los buenos libros, al colegio, a la universidad (y menos de "esto que yo hago", que ni siquiera sé si es divulgación exactamente). Su función es enseñar, sin duda, pero sobre todo cautivar, atraer, transmitir el mensaje: "en la ciencia hay cosas muy hermosas para aprender, cosas que además son verdaderas, o están tan cerca de la verdad como la humanidad puede llegar en cada momento; haz el esfuerzo, que merece la pena". Es entreabrir un poquito la puerta para que cada cual entre hasta donde considere oportuno, y alguien tiene que quedarse en el umbral para seguir recibiendo a los demás. En este momento, yo me conformo con ese papel de "recepcionista".

    Por otra parte, el medio y el autor tienen sus limitaciones. El medio no permite una "seguida"; yo ni siquiera sé si mis lectores del jueves son los mismos o parecidos a los del domingo (salvo las personas que me lo hacen saber). Este tampoco es un blog especializado, sino que trata temáticas generalistas. Y el autor es un tipo que escribe desde su casa, sin equipo, sin revisores, sin presupuesto, según saca un rato y no siempre en las mejores condiciones. ;-)

    Quien busque mayor rigor y profundidad (¡y ojalá sean muchos!) debe encontrarlo en los libros y en los centros de estudio. Tal y como yo lo veo, en este "nivel blog" es absurdo hacer mucho más que mostrar la belleza de todo esto (algo que es, en último término, más artístico que científico). Tiene su sentido y su función. Pues, a fin de cuentas, dime: sin las expediciones de Tazieff y otras cosas por el estilo, ¿tú habrías llegado a interesarte por la geología? ;-)

    Como tú mismo apuntas, cada cosa tiene su función. Habrá quien piense que mezclarlas tiende puentes, pero mi experiencia me dice que tiende más bien a cortarlos.

    No tiene sentido "empapuzar ciencia" a la gente. Quien se haya interesado por algo que yo escriba, ya seguirá los enlaces, buscará en Google o quizá se compre un libro o se plantee determinada carrera en la universidad. Me consta que esto último ya ha ocurrido varias veces en el tiempo que llevo haciendo "esta cosa". Ojalá en el futuro mucha gente me diga "vaya tela, Yuri, cómo te columpiaste en esta, y aquí patinaste, y aquí muy flojo, y acá metiste la pata del todo, porque he estudiado esto y ahora yo se qué..."

    ...y en ese momento, yo sonreiré. ;-)

    ResponderEliminar
  9. Sigo en mis trece, de momento (espero a que respondas a mi mail) y te (os) remito a mi comentario, nuevamente crítico, en tu post "¿Qué es científico?":

    http://lapizarradeyuri.blogspot.com/2009/07/que-es-cientifico.html

    Por aquello de iniciar "el diálogo" (pongámonos socráticos)...

    ResponderEliminar
  10. Excelente blog, insisto, y por el trabajo que conlleva no sé si te va mejor el avatar de "Stakhanov".

    ;-)

    ResponderEliminar
  11. yuri, esta es la peich que fipla ligeramente con el origen de japeto: http://www.soulsofdistortion.nl/Iapetus.html

    he revisado la wiki y mi teoría no es la segunda, sino la tercera: y parece ser que la presencia de fallas que se ve en fotos recientes la descarta.

    ResponderEliminar
  12. me encanta el blog yuri pero siempre tengo un problema, los gifs que pones en tu pagina nunca me los carga, ni aunque me los baje o los abra con otro browser, no lo entiendo :(

    ResponderEliminar
  13. Excelente y fascinante, como siempre...
    Gracias!!!

    ResponderEliminar
  14. Gonzalo:

    Si un mérito tiene este blog (Yuri), por encima de otros, al menos para mi, es el de conseguir el equilibrio entre rigor científico y entretenimiento. Y esto es imprescindible para llegar a todos los públicos, y también es lo más complicado.

    Puede que este artículo en concreto sea un poco light, pero en algún otro ha llegado a rozar lo que para la mayoría resulta farragoso. Además creo que de vez en cuando hay que aligerar un poco y dar espectáculo. ¿No te has quedado un buen rato fascinado viendo ese Monte Olimpo marciano sobre Iberia? ¿Crees que se vería desde las zonas costeras si mirásemos hacia el interior? :D

    En definitiva, que no creo que el objetivo de Yuri sea el de hacer un blog científico, sino el de hacer llegar la ciencia a quien le queda lejos. Apuesto a que prefiere perder un lector científico si con ello gana dos lectores que no tenían conocimiento.

    Revistas científicas para entendidos hay un porrón. Pero divulgativas al alcance de cualquiera, tu me dirás...

    ResponderEliminar
  15. Suscribo palabra por palabra lo que ha dicho mi tocayo_hartman...

    ....excepto con lo de este artículo, que para mi es calórico ;-D

    ResponderEliminar
  16. En mi adolecencia, gustaba de una revista de divulgación llamada TECNIRAMA de editorial CODEX Argentina. Tu blog me retrotrae a esos momentos espectaculares de hazañas y perspectivas de la ciencia. Tenía un apartado denominado "Noticias de hace 100 años" entre otros artículos. Sigue adelante Yuri.

    ResponderEliminar
  17. Excelente blog, Yuri.
    Es admirable la forma en la que escribes (yo trabajo en investigación y me cuesta muchísimo trabajo explicar, a familiares y amigos, a que dedico tanto tiempo en el laboratorio). Haciendo referencia al debate planteado en torno a la divulgación científica, personalmente pienso que quien quiera rigor científico se puede revisar diariamente todas las publicaciones científicas especializadas (tened en cuenta que el acceso a estas revistas esta limitado a Universidades o Centros de Investigación). Sin embargo, a mi entender, la labor de un divulgador es justamente la de "recepcionista" como muy bien apunta Yuri. Exhibir el tema y plantear curiosidad es lo importante, cosa que haces de maravilla, amigo yuri (a veces pienso donde cojo.es te documentas).
    Yo decidí estudiar química porque me quedé fascinado con macgyver, hace un año terminé mi Tesis doctoral y continuo con mi carrera científica.
    Sigue adelante Yuri.

    ResponderEliminar
  18. Buenos días y antes de nada gracias por este excelente blog.

    Querría plantearte una duda. Si el monte Olimpo marciano se eleva 27 km. sobre la altura media de Marte, ¿No se debería comparar con la altura de los montes terrestres sobre la altura media terrestre? Más que nada lo pregunto por que he visto que las mediciones a las que has hecho referencia son sobre el nivel del mar y no se si se deberían comparar.

    En tal caso, si hicieramos las mediciones sobre la altura media de la Tierra ¿Cuales serían las medidas de montes como el Everest o el K2?

    Espero tu respuesta y muchas gracias Yuri.

    ResponderEliminar
  19. la gente que no ha estado en un departamento de una universidad, en un laboratorio o dentro del mundillo científico suele ignorar una cosa.

    que el trabajo científico es infinitamente más árido y desagradecido de lo que parece. de entre todos los científicos del mundo, sólo unos pocos muy buenos y/o afortunados llegan a dar la campanada y descubrir/inventar algo nuevo, notorio o revolucionario.

    incluso en los libros de texto lo que se nos ofrece es un resumen muy muy resumido del trabajo de miles de personas durante décadas o siglos; y a veces, esfuerzos de investigación extensos quedan simplemente, en el mejor de los casos, como un parrafito dentro de un texto universitario.

    con lo que pretender que yuri sea más "científico" es una tontería. a veces incluso le encuentro excesiva la profusión de datos con la que acompaña algunos de sus posts.

    como divulgador que es, bastante hace con esbozar de manera amena, rigurosa y completista, áreas de la ciencia harto complejas.

    sólo espero que el día que acepte la astrología y la estudie en profunidad nos haga unos artículos estupendos sobre el tema :P

    ResponderEliminar
  20. ToTe:

    Es que los conceptos de "altura media" en la tierra y Marte no parece que sean muy análogos.

    Para la altura media marciana han tomado el volor medio de presión en superficie, y éste es el considerado análogo al nivel del mar terrestre para hacer las comparaciones. Si el Monte Olimpo se eleva 27km, la zona más deprimida sería un gran cráter de impacto llamado Hellas Planitie, con unos 4km bajo ese nivel de referencia.

    De otro modo resultaría confuso, creo yo. Porque ¿qué valor de altura media terrestre tomas? ¿El de las tierras emergidas? Creo que es de unos 700msnm, puedes hacer los cálculos. ¿El de tierras sumergidas? Es de casi 4.000m ¿La combinada? No se cual será, pero ten las botellas de aire a mano por si acaso :D

    ResponderEliminar
  21. voet:

    El día que Yuri acepte la astrología, tienes una cena de marisco pagada en el restaurante que prefieras.

    Espléndido que estoy hoy, mira tu ;) XD

    ResponderEliminar
  22. Acabo de descubrir tu blog y ya estoy enganchado, enhorabuena, hace tiempo que no veía algo tan ameno, voy a seguir leyendo que aquí hay tela para rato

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.